La Jefatura Central de Tráfico estudió la incorporación de los medios aéreos considerando las excelentes posibilidades para la observación de la circulación del tráfico rodado, e intervención inmediata en caso de necesidad.
Las características propias de una aeronave, como el helicóptero, junto con la posibilidad de aterrizar en puntos inaccesibles o de difícil acceso para otros medios de transporte, constituyeron las consideraciones más importantes que motivaron a la Jefatura de Tráfico a la creación de la Unidad de Helicópteros como el medio más idóneo para complementar desde el aire la vigilancia que se realizaba en superficie, como motoristas, puestos de control, etc.
Por ello, en marzo de 1961, se aprueba el proyecto de creación del Negociado de Helicópteros. Los helicópteros entraron en servicio en 1964, con una dotación inicial de tres pilotos.
Actualmente, operan exclusivamente en el área interurbana, en todo el territorio español, excepto en Cataluña, el País Vasco, Baleares y Canarias.
Entre sus funciones cabe destacar:
Regulación del tráfico
Consiste en detectar puntos conflictivos no observados por las cámaras fijas ubicadas en autopistas y carreteras, y alertar a las autoridades y organismos que correspondan para solventar los problemas encontrados.
En general, quien interviene en esas situaciones es la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La tripulación típica para cumplimentar estos vuelos suele ser de piloto y especialista de foto y vídeo, cuyo cometido es el manejo de la cámara.
La altitud a la que se realizan estas operaciones es de aproximadamente 1.500 pies, por lo que no es extraño que la traza radar del helicóptero desaparezca intermitentemente de las pantallas de los controladores aéreos a lo largo del vuelo.
Tareas de vigilancia
Se realizan con un agente de la Guardia Civil a bordo, que reemplaza al operador de cámara. Dicho agente tiene potestad para cursar las multas por aquellas infracciones observadas durante el vuelo. Para ello, tras aterrizar, descargar las imágenes grabadas y tramitar las sanciones directamente, estas operaciones pueden extenderse a algo más de dos horas de vuelo, manteniendo una altitud algo más baja que en los vuelos de regulación. Las multas más habituales son las referentes al uso del teléfono móvil sin dispositivos de manos libres homologados, la circulación sin cinturón de seguridad, los adelantamientos con línea continua, el no detenerse en las señales de stop, los cambios de sentido en lugares prohibidos y la conducción temeraria.
Estas dos responsabilidades principales ocupan el 80 % de las 6.000 horas de vuelo anuales que hace la patrulla aérea, habitualmente en coordinación con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Los grandes desplazamientos durante la Semana Santa, el verano o los puentes festivos son típicamente las ocasiones de más trabajo.
Otras funciones que realizan son:
- Transporte sanitario y tareas de rescate y asistencia. En ocasiones, efectúan intervenciones de carácter humanitario, en caso de catástrofes naturales o de accidentes no relacionados con el tráfico rodado.
- Transporte de funcionarios en misiones de servicio.
- Cooperación con otros organismos estatales (protección civil, obras públicas, turismo, etc.)
- Instrucción de sus propios pilotos.
En la actualidad, trabajan en el Servicio de Helicópteros de la DGT unas 80 personas, que se reparten de la siguiente manera:
30 pilotos
25 técnicos de mantenimiento
11 operadores de cámara
9 personas del área administrativa e ingeniería
Todo este equipo está repartido en siete bases permanentes en Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, La Coruña, Zaragoza y Valladolid, además de otras bases temporales durante el verano, ubicadas en Alicante, Asturias e Islas Baleares.
Para desarrollar sus funciones, con una flota de 13 helicópteros, 13 sistemas de video giroestabilizador y 7 laboratorios de edición de vídeo.
Fuente: www.gacetaeronautica.com
Las características propias de una aeronave, como el helicóptero, junto con la posibilidad de aterrizar en puntos inaccesibles o de difícil acceso para otros medios de transporte, constituyeron las consideraciones más importantes que motivaron a la Jefatura de Tráfico a la creación de la Unidad de Helicópteros como el medio más idóneo para complementar desde el aire la vigilancia que se realizaba en superficie, como motoristas, puestos de control, etc.
Por ello, en marzo de 1961, se aprueba el proyecto de creación del Negociado de Helicópteros. Los helicópteros entraron en servicio en 1964, con una dotación inicial de tres pilotos.
Actualmente, operan exclusivamente en el área interurbana, en todo el territorio español, excepto en Cataluña, el País Vasco, Baleares y Canarias.
Entre sus funciones cabe destacar:
Regulación del tráfico
Consiste en detectar puntos conflictivos no observados por las cámaras fijas ubicadas en autopistas y carreteras, y alertar a las autoridades y organismos que correspondan para solventar los problemas encontrados.
En general, quien interviene en esas situaciones es la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La tripulación típica para cumplimentar estos vuelos suele ser de piloto y especialista de foto y vídeo, cuyo cometido es el manejo de la cámara.
La altitud a la que se realizan estas operaciones es de aproximadamente 1.500 pies, por lo que no es extraño que la traza radar del helicóptero desaparezca intermitentemente de las pantallas de los controladores aéreos a lo largo del vuelo.
Tareas de vigilancia
Se realizan con un agente de la Guardia Civil a bordo, que reemplaza al operador de cámara. Dicho agente tiene potestad para cursar las multas por aquellas infracciones observadas durante el vuelo. Para ello, tras aterrizar, descargar las imágenes grabadas y tramitar las sanciones directamente, estas operaciones pueden extenderse a algo más de dos horas de vuelo, manteniendo una altitud algo más baja que en los vuelos de regulación. Las multas más habituales son las referentes al uso del teléfono móvil sin dispositivos de manos libres homologados, la circulación sin cinturón de seguridad, los adelantamientos con línea continua, el no detenerse en las señales de stop, los cambios de sentido en lugares prohibidos y la conducción temeraria.
Estas dos responsabilidades principales ocupan el 80 % de las 6.000 horas de vuelo anuales que hace la patrulla aérea, habitualmente en coordinación con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Los grandes desplazamientos durante la Semana Santa, el verano o los puentes festivos son típicamente las ocasiones de más trabajo.
Otras funciones que realizan son:
- Transporte sanitario y tareas de rescate y asistencia. En ocasiones, efectúan intervenciones de carácter humanitario, en caso de catástrofes naturales o de accidentes no relacionados con el tráfico rodado.
- Transporte de funcionarios en misiones de servicio.
- Cooperación con otros organismos estatales (protección civil, obras públicas, turismo, etc.)
- Instrucción de sus propios pilotos.
En la actualidad, trabajan en el Servicio de Helicópteros de la DGT unas 80 personas, que se reparten de la siguiente manera:
30 pilotos
25 técnicos de mantenimiento
11 operadores de cámara
9 personas del área administrativa e ingeniería
Fuente: www.dgt.es
Todo este equipo está repartido en siete bases permanentes en Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, La Coruña, Zaragoza y Valladolid, además de otras bases temporales durante el verano, ubicadas en Alicante, Asturias e Islas Baleares.
Para desarrollar sus funciones, con una flota de 13 helicópteros, 13 sistemas de video giroestabilizador y 7 laboratorios de edición de vídeo.
www.aluanainfraestructuras.com
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