La norma UNE-ISO 39001, titulada literalmente “Sistemas de gestión de la seguridad vial. Requisitos y recomendaciones de buenas prácticas”, especifica los requisitos de un sistema de gestión en seguridad vial, incluyendo el desarrollo y aplicación de la política preventiva y de sus planes de acción y teniendo en consideración normativas legales y de otro tipo que la organización haya suscrito.
La norma, publicada en abril de 2013 en España, es una herramienta que ayuda a las organizaciones a reducir, y en última instancia a eliminar, la incidencia y riesgo de las muertes y heridas graves derivadas de los accidentes de tráfico.
Algunas de sus principales características son:
- Identifica elementos de buenas prácticas de gestión de la Seguridad Vial que permiten a la organización alcanzar los resultados deseados.
- Permite alcanzar resultados de Seguridad Vial a niveles superiores que los que se pueden conseguir por el mero cumplimiento de las leyes.
- Permite cumplir con los objetivos propios de la organización y contribuir a la consecución de los objetivos de la sociedad.
La norma, publicada en abril de 2013 en España, es una herramienta que ayuda a las organizaciones a reducir, y en última instancia a eliminar, la incidencia y riesgo de las muertes y heridas graves derivadas de los accidentes de tráfico.
Algunas de sus principales características son:
- Identifica elementos de buenas prácticas de gestión de la Seguridad Vial que permiten a la organización alcanzar los resultados deseados.
- Permite alcanzar resultados de Seguridad Vial a niveles superiores que los que se pueden conseguir por el mero cumplimiento de las leyes.
- Permite cumplir con los objetivos propios de la organización y contribuir a la consecución de los objetivos de la sociedad.
Fuente: http://www.msssi.gob.es/
Alineada con la necesidad de mejorar la seguridad vial en todo el mundo y en sinergia con la OMS y la ONU (que ha establecido esta década como “de acción en seguridad vial”), surge esta norma internacional como herramienta facilitadora de su objetivo principal: “reducir las muertes y heridas graves derivadas de los accidentes de tráfico”.
La tragedia de los accidentes de tráfico adquiere unas dimensiones inasumibles cuando se considera en su total magnitud. Son un grave problema de salud (OMS) y su impacto socioeconómico trasciende la frialdad de las cifras.
El tráfico se desarrolla dentro de un sistema complejo e inestable en el que intervienen muchas variables (diversidad de usuarios, infraestructura viaria, diferentes tipos de vehículos, normas diferentes fuera y dentro de las poblaciones, etc.).
Motivada por la diversidad descrita, la norma se puede aplicar a todo tipo de organizaciones (públicas y privadas) que interactúan con el sistema vial; el único requisito es que tengan alguna influencia en él. Es importante destacar que no está pensada en exclusiva para organizaciones que dispongan de flota de vehículos.
La norma no persigue como fin el hecho de su certificación. Puede ser implementada de forma interna en la organización con la única finalidad de mejorar su desempeño en seguridad vial.
La norma propone un modelo de gestión basado en el ciclo de la mejora continua.
La mejora continua de la capacidad y los resultados debe ser el objetivo permanente de la organización. Para ello se utiliza un ciclo PDCA, el cual se basa en el principio de mejora continua de la gestión de la calidad. Esta es una de las bases que inspiran la filosofía de la gestión excelente.
La base del modelo de mejora continua es la autoevaluación. En ella se detectan puntos fuertes, que hay que tratar de mantener, y áreas de mejora, cuyo objetivo deberá ser un proyecto de mejora.
La excelencia ha de alcanzarse mediante un proceso de mejora continua. Mejora, en todos los campos, de las capacidades del personal, eficiencia de los recursos, de las relaciones con el público, entre los miembros de la organización, con la sociedad y cuanto se le ocurra a la organización que pueda mejorarse y que se traduzca en una mejora de la calidad del producto o servicio prestado.
Lo deseable es mejorar un poco cada día, lo peor es un rendimiento irregular. En estas últimas situaciones no se pueden predecir los resultados porque los datos y la información no son fiables ni homogéneos. Cuando se detecta un problema, la respuesta y solución han de ser inmediatas.
La mejora continua implica tanto la implantación de un sistema como el aprendizaje continuo de la organización, el seguimiento de una filosofía de gestión y la participación activa de todas las personas implicadas.
Las empresas no pueden seguir dando la ventaja de no utilizar plenamente la capacidad intelectual y creativa y la experiencia de todas sus personas. En las empresas todos tienen el deber de poner lo mejor de sí para el éxito de la organización. Sus puestos de trabajo, su futuro y sus posibilidades de crecimiento, de desarrollo personal y laboral dependen plenamente de ello.
www.aluanainfraestructuras.com
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