Quienes padecen amaxofobia sienten un miedo irracional a conducir. El miedo es una reacción natural que adoptamos para protegernos de los peligros,y amaxofobia la podemos definir cómo un intenso temor e incapacidad que experimentan algunas personas al conducir un vehículo o simplemente al pensar que tienen que hacerlo. Por ello no es lo mismo tener miedo a conducir que la amaxofobia. En los dos casos está presente el miedo, pero en el primer caso es una emoción como puede ser la tristeza o la alegría, y en el segundo se trata de un trastorno emocional y psicológico.
Miedo a tomar una curva, a adelantar un coche, a circular por una autopista o por cualquier espacio en el que resulte medianamente complicado parar, son algunos de los síntomas de la amaxofobia.
Las mujeres con edades entre 30 y 40 años son el perfil más habitual, pero aunque afecta en mayor medida a las mujeres también muchos hombres sufren sus síntomas en silencio por la vergüenza social.
La amaxofobia se da de forma universal y no diferencia clases o estratos sociales.
Es difícil estimar el número de personas que en España conviven con esta fobia debido a la carencia de estudios sobre la población general. Con todo, una encuesta realizada por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial y publicada en el año 2005 estimaba que un 30 % de los conductores podían experimentar cierto miedo a conducir, aunque tan solo un 12 % de estos presentaban limitaciones en el uso del automóvil.
En el año 2010 un estudio realizado por la iniciativa social Attitudes arrojó datos que muestran la gran cantidad de personas que están afectadas en nuestro país. El 54 % declaran sufrir diferentes grados de ansiedad cuando conducen mientras que el 22 % presentan una ansiedad más profunda. El 4 % muestran síntomas de amaxofobia.
Miedo a tomar una curva, a adelantar un coche, a circular por una autopista o por cualquier espacio en el que resulte medianamente complicado parar, son algunos de los síntomas de la amaxofobia.
Fuente: www.fobies.ru
Las mujeres con edades entre 30 y 40 años son el perfil más habitual, pero aunque afecta en mayor medida a las mujeres también muchos hombres sufren sus síntomas en silencio por la vergüenza social.
La amaxofobia se da de forma universal y no diferencia clases o estratos sociales.
Es difícil estimar el número de personas que en España conviven con esta fobia debido a la carencia de estudios sobre la población general. Con todo, una encuesta realizada por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial y publicada en el año 2005 estimaba que un 30 % de los conductores podían experimentar cierto miedo a conducir, aunque tan solo un 12 % de estos presentaban limitaciones en el uso del automóvil.
En el año 2010 un estudio realizado por la iniciativa social Attitudes arrojó datos que muestran la gran cantidad de personas que están afectadas en nuestro país. El 54 % declaran sufrir diferentes grados de ansiedad cuando conducen mientras que el 22 % presentan una ansiedad más profunda. El 4 % muestran síntomas de amaxofobia.
Fuente: www.fundacionmapfre.org
Este padecimiento tiene diferentes grados de intensidad, desde un trastorno suave que no impide conducir pero que resta mucha capacidad al volante, hasta personas que ni tan siquiera son capaces de imaginarse conduciendo. Otras incluso sufren este trastorno sin tener el carné de conducir y podría llegar, ante la falta de otros medios de transporte, a afectar profesionalmente a algunas personas debido a los problemas que les ocasiona el no poder trasladarse.
Lo más habitual son los conductores y/o acompañantes que han sufrido alguna experiencia traumática. En este grupo la amaxofobia se desarrolla después de un accidente de tráfico, ya sea propio o de allegados. En ellos, volver a encontrarse con una situación parecida a la del accidente activa una respuesta condicionada de ansiedad tan inmediata y rápida que apenas son conscientes del estímulo que desencadena su respuesta.
Hay situaciones que, siendo similares, no afectan por igual a los conductores, por lo que se puede concluir que existen factores de vulnerabilidad que pueden predisponer a ciertos perfiles de personalidad a desarrollar amaxofobia.
La edad media de los hombres con miedo paralizante es superior a la de las mujeres. En hombres es de 60 años, frente a los 48 años de las mujeres. La amaxofobia en hombres está muy relacionada con la disminución de las capacidades o habilidades físicas, con lo cual muchos casos son por edad, enfermedades o recomendaciones médicas.
En el caso de las mujeres, la amaxofobia va ligada en un alto porcentaje con familiares que les debilitaron la autoestima, padres o maridos muy dominantes y que en sus primeras experiencias como conductoras sufrieron un alto grado de estrés y ansiedad que les abocó a no volver a conducir.
El estrés negativo, la ansiedad generalizada, la fobia social o la agorafobia constituyen también factores de riesgo para adquirir miedo a conducir.
Las personas que sufren este trastorno tienen que querer combatir esta fobia, es decir, tienen que ser conscientes, reconocerla, verbalizarla y querer trabajar sobre ella para superarla. Para ello, necesitan ayuda externa y profesional.
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