viernes, 24 de abril de 2015

LA HORA DE ORO

El concepto de la “hora de oro” enfatiza la gestión eficiente del tiempo para el manejo exitoso del paciente traumatizado. Buscando, en el menor tiempo posible, realizar una aproximación diagnóstica y manejo de lesiones que comprometen la vida. Un eficiente manejo de los pacientes traumatizados graves durante la primera hora después del accidente disminuye en un 35 % la mortalidad y mejora el pronóstico.


Fuente: tesanitarias.blogspot.com


La mortalidad de los accidentes de tráfico se distribuye en tres fases:

1ª.- Transcurre en los primeros segundos o minutos tras el accidente. Se debe a lesiones graves del sistema nervioso central o a roturas de grandes vasos. Evitar estas muertes es casi imposible y suponen un 10 % del total.

2ª.- La segunda fase es la llamada “hora de oro” y corresponde a la primera o segunda hora tras el accidente. Es cuando se produce el mayor porcentaje de fallecimientos, aproximadamente un
75 % de los casos, y se deben generalmente a obstrucción de la vía aérea o perdidas de volumen circulante. Muchos de estos fallecimientos se pueden evitar si la atención se realiza de forma rápida y adecuada.

3ª.-  Se producen un 15 % de los fallecimientos, que ocurren días o semanas después del accidente. Se deben a complicaciones después del tratamiento inicial.


Fuente: www.20minutos.es


El socorro y la petición de auxilio para con las personas necesitadas es una obligación moral, un deber esencial de solidaridad que todos los ciudadanos tienen para con los demás.

También es un deber cuyo incumplimiento castiga el Código Penal como delito, denominado delito de omisión del deber de socorro. Se da cuando, pudiendo prestar ayuda sin riesgo propio ni de terceros, no se socorriese a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave. Si alguien impedido de prestar socorro no demanda con urgencia auxilio ajeno, también estaría incurriendo en un delito. Si, además, ese alguien es el que hubiera ocasionado el accidente, la pena por el delito sería aun más grave.

También la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de Circulación establecen la obligatoriedad de prestar auxiliar o solicitar auxilio, tanto para los usuarios de las vías implicados en un accidente de tráfico como para los que lo presencien o tengan conocimiento de él.






www.aluanainfraestructuras.com

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