jueves, 14 de mayo de 2015

EDUCACIÓN VIAL EN EDUCACIÓN INFANTIL

La educación infantil tiene como principal finalidad contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños en estrecha cooperación con las familias.



En esta etapa, el niño pasa de la dependencia del adulto a la progresiva autonomía en la vida cotidiana, y de la individualidad a la relación con los demás a través de diversos aprendizajes. En la educación infantil se sientan las bases para el desarrollo personal y social de los niños y se integran aprendizajes que están en la base del logro de las competencias que se consideran básicas para todo el alumnado.

Entre los 3 y los 5 años, los niños hacen uso de las vías públicas como peatones o viajeros, pero siempre acompañados de los adultos. Por este motivo, los educadores y las familias deben tener como objetivo prioritario el fomento de actitudes viales que vayan generando conciencia ciudadana y comportamientos encaminados a la creación del sentido vial, la convivencia y las pautas adecuadas para la movilidad segura.

Por otra parte, los niños de estas edades no tienen bien desarrollada la capacidad de razonamiento ni la percepción sensitiva, tampoco la psicomotricidad y menos la capacidad para tomar decisiones frente a los problemas que presenta el tráfico. Por eso deben ir siempre acompañados por personas adultas que cuiden de ellos y los guíen con seguridad, dándoles a la vez pautas y ejemplo para ir adquiriendo conocimientos básicos, como las señales o los comportamientos, al mismo tiempo que los van poniendo sobre aviso de los posibles peligros cuando no se cumplen determinadas normas de tráfico y de las ventajas cuando se siguen correctamente.

En este sentido, los padres se convierten en los primeros instructores del niño en su aprendizaje vial y en el modelo que va a seguir este en su futuro comportamiento. De ahí que se haga imprescindible la colaboración de los padres y familiares en todos los programas de educación vial infantil que se promuevan en el centro educativo.

Por ello, en este tipo de intervenciones es prioritario el desarrollo de hábitos psicomotores y de atención visual y auditiva relacionados con la noción espacial. También que los niños conozcan ciertas normas que regulan el orden social y que parecen muy lejanas para ellos, ya que se encuentran en la etapa del egocentrismo y del realismo moral. Por este motivo, desde los colegios y otros colectivos se hace destacable la importancia de concienciar a sus alumnos a estas edades, ya que si la educación de los futuros ciudadanos comienza en este periodo se les estará formando para la autonomía, para saber por qué y para qué hacer tal o cual cosa. En este sentido, la realidad vial es un ámbito propicio para contribuir a la formación y a la seguridad de los niños.



Para que los alumnos de Educación Infantil sean capaces de asimilar las competencias deben ser entrenados en la resolución de tareas y problemas relacionados con situaciones de la vida cotidiana y de su entorno. Todos los elementos de la programación como objetivos, contenidos, metodologías o recursos deben tener como finalidad el logro de las competencias que deben haber adquirido todos los alumnos al finalizar la educación secundaria obligatoria. Por este motivo, se considera lógico y conveniente iniciar esta tarea desde la educación infantil, adaptándose a la edad, desarrollo evolutivo, entorno y características de los alumnos, ya que en esta etapa educativa se sientan las bases para el desarrollo personal y social y se integran aprendizajes necesarios para el posterior desarrollo de las competencias básicas.

Si ya el Código de Circulación de 1934 establecía la necesidad de enseñar las normas de circulación a los escolares, las modificaciones posteriores añadieron contenido a estos cimientos para su desarrollo en el aula. La LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de España) ya diferenció educación de formación vial contemplándola como un eje transversal del currículo. Con la LOE (Ley Orgánica de Educación), los contenidos de educación vial son un valor esencial del mismo a lo largo de todo el sistema educativo. Con todo, aunque no se establecen los contenidos específicos para la educación vial, la Dirección General de Tráfico propone ciertas actividades y conductas:

- Ejercicios de caminar por la acera acompañado. Normas seguras y lugares seguros.
- Los juegos en la vía pública, normas y peligros. El uso del triciclo.
- El camino por las calles y al colegio. Los lugares seguros y cómo cruzar.
- Los pasos para peatones: concepto, variedades y forma de utilizarlos.
- La circulación regulada por los agentes de la autoridad.
- Las señales de tráfico.
- Cruzar por lugares no señalizados: peligros y forma de hacerlo.
- Subida y bajada de los vehículos: formas seguras de hacerlo.
- Viajar adecuadamente en el coche particular: asientos y sistemas de retención.
- El uso del casco viajando en bicicleta.
- Viajar adecuadamente en el autobús: lugar de espera, normas en el interior y normas para subir y bajar con seguridad.





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